Pero nosotros los universitarios, dos así por ser los más mayores, somos también los grandes olvidados.Por las redes sociales he visto a muchísimos estudiantes quejarse exactamente de lo mismo: la falta de empatía hacia nuestro sector estudiantil.Mientras que a las demás enseñanzas se les ponen facilidades (lo cual veo perfecto), a nosotros se nos sobrecarga de trabajo de una forma desmesurada olvidando que también estamos en cuarentena y eso nos supone otras complicaciones. Desde lo más grave como cuidar de un familiar enfermo o ser un infectado por el virus a sufrir algún trastorno de ansiedad o depresión debido al encierro.Nuestras responsabilidades y necesidades tanto, psicológicas como físicas, parecen pasar desapercibidas por parte de algunos miembros del profesorado. Y podría recabar decenas de tweets y publicaciones en Facebook que comentan lo mismo que yo.
Afortunadamente, nosotros hemos tenido suerte. En mi aula se ha percibido un ambiente ligeramente diferente ya que en cuanto hablamos, fuimos escuchados.
Pero para algunos sigue siendo bastante difícil estar 24 horas seguidas en casa sin posibilidad de salir y sabiendo que algún familiar afectado al que no puedes abrazar o siquiera ver.
Pero me surgen muchas dudas al respecto de cómo se evaluarán estos meses de confinamiento...
- ¿Se tendrán en cuenta las dificultades familiares de los hogares producto del virus?
- ¿Se comprenderá que no todos los alumnos y alumnas tienen acceso a un Internet rápido y eficiente?
- ¿Se evaluará bajo los mismos parámetros que las clases presenciales?
- ¿Se asimilará la idea de que muchos estudiantes sufren problemas relacionados con su salud mental y se ven incrementados con la cuarentena?
- ¿Qué pasará con el dinero abonado de las matrículas?
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